En una revelación que sacude uno de los casos más emblemáticos de violencia de género en Argentina, Eduardo Vásquez, exbaterista de la banda Callejeros, confesó haber asesinado a su esposa, Wanda Taddei, en febrero de 2010. Tras casi 15 años de sostener la versión de que se había tratado de un "accidente" con una botella de alcohol durante una discusión, el músico condenado a prisión perpetua admitió finalmente la intencionalidad del hecho. Esta confesión se produjo en el marco de una serie de entrevistas con el equipo interdisciplinario del penal, un paso fundamental y necesario para intentar acceder al beneficio de las salidas transitorias que su defensa viene solicitando.
Paralelamente a este cambio de estrategia judicial, trascendió que la vida personal de Vásquez dentro del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza ha dado un vuelco importante. El músico, que se encuentra detenido desde el momento del crimen, formó una nueva pareja con una mujer a la que conoció tiempo atrás —quien era amiga de otros internos— y con quien ahora espera un hijo. Según se informó, el embarazo ya se encuentra avanzado y la relación se consolidó a través de las visitas higiénicas y los encuentros permitidos en la unidad carcelaria.
La noticia ha generado un fuerte impacto y rechazo en el entorno de la víctima. La familia de Wanda Taddei considera que esta admisión de culpa llega demasiado tarde y responde únicamente a un cálculo oportunista para mejorar su situación procesal y obtener la libertad anticipada, y no a un arrepentimiento genuino. Cabe recordar que el caso Taddei sentó un precedente doloroso en el país, visibilizando una modalidad de femicidio mediante el fuego que lamentablemente se replicó en numerosos casos posteriores. Ahora, la Justicia deberá evaluar si esta confesión y su nueva paternidad son motivos suficientes para otorgarle los beneficios que reclama.