El Tribunal Oral Criminal N° 7 de San Isidro ha terminado de delinear la hoja de ruta para lo que será el segundo juicio oral por el fallecimiento de Diego Armando Maradona. En una resolución que anticipa la magnitud del proceso, se confirmó que desfilarán por el estrado más de 200 testigos, convirtiéndolo en uno de los debates más extensos y complejos de los últimos tiempos. Este nuevo capítulo judicial se centrará exclusivamente en determinar la responsabilidad penal de la enfermera Gisela Madrid, quien optó por separar su causa del resto de los imputados para ser juzgada bajo la modalidad de juicio por jurados populares.
La estrategia de la defensa de Madrid busca demostrar ante los ciudadanos que integrarán el jurado que su rol en la internación domiciliaria del barrio San Andrés fue marginal y supeditado a las órdenes de los médicos tratantes. A diferencia del neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, la enfermera sostiene que no tuvo poder de decisión sobre el tratamiento del ídolo y que, incluso, fue apartada del contacto directo con el paciente en los días previos al desenlace fatal. La fiscalía, por su parte, intentará probar que hubo una negligencia criminal compartida por todo el equipo de salud.
La extensa nómina de declarantes asegura que las audiencias tendrán una altísima carga emocional y mediática. Entre los citados a prestar testimonio se encuentran las hijas del astro, Dalma, Gianinna y Jana, así como su expareja Verónica Ojeda y el entorno que convivió con Maradona en la casa de Tigre. Además, será fundamental la palabra de los peritos médicos oficiales y de parte, quienes deberán explicar al jurado popular si las condiciones de internación eran las adecuadas y si la muerte de Diego pudo haberse evitado con una atención profesional diligente.